Bogotá, Colombia, 1973.
Las obras de Miler Lagos invitan al espectador a reconsiderar las propiedades materiales de un objeto. Al esculpir en papel y reutilizar materiales como goma y fórmica, al artista produce objetos que parecen hechos de madera maciza o bronce fundido. Sus elecciones de material se relacionan con preocupaciones ambientales o políticas locales específicas. En su serie más reciente “Lagos”, Miler aplica tensiones sobre el papel, creando espacios que son metáforas geográficas, abstracciones que evocan las formaciones del paisaje colombiano y sus lagos. Estas tensiones replican los conflictos sociales derivados de las explotaciones mineras en muchos de los más de 1.800 lagos de la geografía colombiana, e igualmente abre una discusión en torno a las tensiones motivadas por el abuso de poder y la impunidad con que las grandes corporaciones desarrollan sus prácticas.