Asumo la práctica artística desde la contemplación y el silencio. Utilizo la meditación como herramienta para estimular a la observadora solitaria y paciente que habita en mi. Me apoyo en la naturaleza como inspiración con el fin de comprender el carácter impermanente de las cosas. Entonces, congelo fragmentos del presente para mantener viva la memoria y poder así, entender la necesidad que tenemos los seres humanos de pertenecer a algo y de construir nuestra identidad a pesar de que todo pasa. Existen tres ejes dentro de mi proceso: la fotografía, el video y la literatura. Estos, me facilitan la elaboración de una propuesta alrededor de la composición de imágenes y me ofrecen la posibilidad de pensar en nuevas realidades, en realidades cambiantes.
