Esta exposición es una invitación a conectarnos y entender este lugar al que llamamos con orgullo y dolor: hogar. Suena distópico, pero es innegable ese impulso que ocasionalmente tenemos de desconectarnos de nuestro entorno por medio de una reconexión con la naturaleza. Nos sorprende entonces aquel sentimiento llenador de hallarnos en un territorio de gran pluralidad cultural y ecológica. A veces deambulamos por él sin mayor atención, ignorantes de su historia y su lengua, perdiendo la conciencia de nuestra conexión con lo colectivo.