“Artistas que en sus trabajos bucean en la profundidad de la memoria, en las complejidades de la identidad, en la violencia del racismo, en el poder de las imágenes, en las tramas del género, en la fuerza emancipadora del mito y en la conexión vital con su presente. La mirada colectiva de estas artistas de Cartagena, Cali, Medellín, Bogotá plantean un inédito mapa, que también se extiende a Cuba y Panamá como otras orillas de la diáspora, de ese Atlántico Negro del que habla Paul Gilroy: territorio liminal, vivo y móvil”.